jueves, 5 de junio de 2008

Tres

Mi mediterraneo ya no es caracolas:
súbito es nubes y luna llena,
calma gris,
manos que se alejan.

Otras aguas me habitan:
esas, las de sales voraces,
las de gaviotas de hollín.

Quedó en ti
aquel mar
que imaginé mío.
Seguramente
lo perdiste
en aquel túnel de estruendos,
en aquel pasillo
el los abrazos finales.

No hay comentarios: