miércoles, 14 de octubre de 2009

Ojos

Con tu risa,
con tus ojos,
construyo eso
que me salva
de la rutina.

Es por tu piel
que me debo al sol.

No soy
ni tu presente
ni tu futuro:
construyo otro amanecer
que quisiera vieras,
que quisiera fuera tuyo,
de nadie más,
de nadie más.

Cuénteme hermanito

Sepa usted,
y que sea pronto,
que las manos
se esconden puntuales.
Entienda ya
que en las rocas
no existe un deseo
ni dos:
innumerable es el tres,
indescifrable el cuatro.

Cuénteme hermanito
sobre el fuego
que alimenta
con su madera
cotidiana.

Cuénteme,
y que sea pronto,
del silencio,
de la dicha
de abrazar el infinito.

Mixco, Guatemala, Octubre de 2009.

Otros caminos vendrán

Volver y ver.
Sentir en el rostro
el sueño que se desliza
desde el viento.
Convenir con el verde del camino
una alianza precaria:
sembrar el olvido mutuo
cuando sea necesario.

Volver y ver.
Otros caminos vendrán
y ocuparán el espacio del tedio
que el gris de siempre acapara.

Luego la risa,
volver y verla,
serla,
sentirla,
amarrarse a ella.

Otros caminos vendrán:
serán la esperanza,
serán el llanto.
Serán volver y no regresar.

Septiembre de 2009.

martes, 28 de julio de 2009

Fragmento para M. No. 7.

¿...cuál es la fecha de hoy?
No importa... puedes ponerte cabalístico y hasta lleno de miedos, de supersticiones. Puedes decir lo difícil que es armar el sueño ante los más altos devenires. ¡Qué sé yo!
Digámoslo: es martes y 13. Apenas por una hora más, una hora que me comeré despacio, que disfrutaré y sufriré con estos augurios de no comprenderte. Mala suerte compañero. Es mala, muy mala suerte dejar de ver tus ojos, largarme entre molesto y resignado, recorrer ese corto camino sin pensar en la tormenta, en la necesidad de lluvia o el atardecer que se niega a mis ojos. Recorrerlo desde mi punto de vista sombrío de alcoholes, de pasos perdidos, de amarillas flores de noviembres perdidos.
Recorrer ese camino tratando de entender si en verdad tengo algo para decirte... las inquietantes imágenes que de tu boca salen no comulgan con nada de mi presente. Quisiera -más no lo sé- que de mi futuro no dijese nada la primera de ellas. ¿Y de la segunda?
...es tu pasado lo que me intriga... tratar de descubrirte algo de él es como mentir a medias... soy sueño que te frecuenta... soy una mano que no conoces, que no has sentido.
Me voy: "ya es viaje".
Me voy como siempre lo hago: sin mirar atrás.

martes, 30 de junio de 2009

Fragmento para Mónica

"¿Quién es la luz?

¿Hacia dónde se mueve todo?

Es aquí donde todo empieza a tomar forma... hay razones para creer que el mundo se vuelve traslúcido, que cada día se especializa en ameritar docenas de dolores para ser relevado por otro y ese relevarlo por otro...

Esa luz es una de ellas, es decir no un dolor o una razón de dolor, sino una de ellas...

Maite me recuerda a Mónica...

ellas son prácticamente lo mismo...

un calco trasatlántico...

no me podría explicar qué tan iguales son, pero si sé que no son diferentes... y Mónica es la unicidad, es la verdad cruda, es una vida pendiente de ser completamente...

no se siente realizada con la maternidad...

no se siente realizada con sus treinta años de vida y su carrera de antropóloga...

se siente alejada de sí misma al acercarse a mi.

La conocí durante una feria en la facultad... no recuerdo exactamente la fecha y ella nunca me perdonó eso, sí recuerdo que vestía de gris y que tenía un peinado alto con un copete estilo de los ochenta o algo así... los ojos verdes delineados con negro, la boca intenso rojo...

su cuerpo elástico, su piel morena clara...

sus ideas una llamarada...

sus primeras palabras hacia mi un insulto de lo más vulgar, de lo más descarado...

y la vida misma convirtiéndola en mi esposa y la madre de mis dos hijas, haciéndola saltar desde sus ideales izquierdistas hasta mi lecho de centro derecha... desde su marxismo leninismo hasta mi productividad controlada y acomodaticia... soy su verdugo... y ella quiso a caminar a la par mía... se reveló contra su familia para acercarse a mi, pero no puede revelarse contra ella misma para alejarse de mi... no nos entendemos... es más que claro... no tiene la culpa de nada, todo fue sexo y extrañarnos porque necesitábamos sexo... todo fue así... y espero que ahora entienda que ella es la luz... que es ella hacia donde se mueve todo... que por ella todo toma forma, que fue ella la que me acercó y fue a través de ella que entendí que debía alejarme..."

Carta

"...entonces será así. Las niñas están bien. Te extrañan aunque no lo digan. Se van acostumbrando a no verte cerca. Es extraño verlas hacer su vida sin aferrarse a alguien que no está. Yo quisiera ser como ellas y poder dejar de pensarte. Pero todo me recuerda tu ausencia. Voy a vender la casa, me iré con las niñas a Guadalajara. Tal vez allá pueda rehacer esto que quiero llamar vida y no lo será mientras me quede acá en esta casa. Mi madre viene casi a diario a retarme y decirme que me ponga a hacer algo, que ocupe mi tiempo en otras cosas, que no vale la pena deprimirme y marchitarme por alguien que un día tomó un camino diferente al mío, al nuestro.
El otro día las niñas hicieron un pastel. Un poco gomoso en unas partes y duro en otras. Lo cubrieron con glaseado y escribieron mi nombre en él. Nos reímos mucho mientras intentábamos rebanarlo. Ellas mismas sabían que estaba mal hecho, pero querían sorprenderme. Comimos una rebanada cada una. De pronto se pusieron a destruir los restos del pastel, buscaban en sus restos algo y no querían decirme qué era. Luego preguntaban si había notado algo en la rebanada que yo comí... supuse que su pastel era una especie de roscón de Reyes y habían puesto en su interior una figurita para obligarme a hacer algo si yo lo encontraba. Como no fue así se pusieron frenéticamente a buscar... destruyeron lo que quedaba del pastel y yo empecé a sentirme ansiosa, con ganas de llorar viendo su actitud... estaban serias, afanadas en destruir más que en buscar... no encontraban nada y se inculpaban mutuamente diciendo que una de ellas se había tragado la cosa, el objeto, el misterio. No encontraban nada y empezaron a enojarse, a llorar... yo no podía decir nada... me hundía en la silla, mis manos cada vez cubrían más mi rostro, me mordía los labios y de pronto empecé a sangrar, ni siquiera me había dado cuenta si no es por el sabor salado y tibio que en mi boca reventó...
¿Por qué te cuento todo esto? Ni siquiera te importará...
¿Te dije ya que venderé la casa? ¿Te dije ya que me voy a Guadalajara? ¿Te dije ya que mi madre me hostiga a diario y que las niñas son un cardo, verde, creciendo, pero un cardo al fin?
Tengo las manos con ganas de callar y será mejor que las complazca.
¿Te dije ya que te extraño?

Mónica"

domingo, 21 de junio de 2009

Ojos

Casualidades, dirán.
Sus ojos
se enfrentaron
aquella noche
de ancianas insignias.
Ni los sueños
ni las lunas
estaban presentes.
Hablar
era un síntoma
de vanidad.
Creer era eso vedado,
hacia allí se dirigió la mano,
desde allí creció el deseo.

lunes, 1 de junio de 2009

Manos como pájaros

Tengo otras manos
que fueron calladas.
Esas que
ahora
surgen
desde sus muñones
para revivir
frente a un espejo
que no es el mío, el propio.

Calzan el vendaje de lo sangrante,
las señales del corte preciso
que las separó del torso aquel
que soñó con velamen y quillas
surcando hacia horizontes
sonrientes.

Estas manos nuevas
se tienden
desde la imagen perdida
y tocan,
abrazan,
acarician lo venidero.
Vuelan cual pájaros
hacia un sur
que también renace
de sus trabajos truncos,
de una primavera vedada.

Y tus manos son mis manos.
¿Y tus manos tocarán mis manos?

jueves, 28 de mayo de 2009

Pacto

Canto de sirenas
al fin y al cabo.
Ni una sílaba que se salve
de este naufragio en tórrida mar.
Los remos rotos
y un deseo infinito
de saciar la sed
en los manantiales de tierra firme.
Mirar los rostros que me acompañan
es reafirmar el mío propio y su imposible reflejo:
pieles curtidas por el sol,
por la sal,
ojos que se tiñen de púrpura y
que niegan su propia razón de ser.

Harapos son nuestros ropajes
y los sueños son
nuestro único e irrenunciable pacto:
en ellos la verdad es una
y la razón no dictamina.

Hasta los cantos de sirenas son refugio,
santo y seña.
Pacto de olvidados,
sangre que tan sólo nombramos,
que no corre por nuestras manos,
que no tiñe la borda
ni los aparejos proa.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Objeciones

¿Quién en mayo presente alza una voz en la noche?
Sonrío ante los sueños que me depara el tiempo,
los resuelvo uno a uno,
añoro vivirlos sin tregua,
hasta el cansancio.
Y del mayo aquel de tantas sonrisas
me queda solamente una.
Nada es este devenir sin la mácula del recuerdo.

Canción de Vida

"...el jaque perpetuo (o jaque continuo)
es muy útil para aquellas ocasiones en las que
un jugador no tiene otro recurso para defender
una mala posición; evita de este modo
la pérdida de la partida."
I.A. Horowitz, Fred Reinfeld.
Primer libro de Ajedrez.

Indescriptible soledad la de Daniel. Sobrellevó su llanto, encarceló su resto de risas. Se preguntaba: ¿cuánto habré de perder por tenerte atada a mis entrañas? ¿cuánto más habré de mentir? Y no eran los menores de sus problemas: Habría de morir como todos los demás y su cabello encanecido y su postura inclinada y sus piernas ya no serían las mismas de antes y su rostro palidecería y su estómago sería cada día más prominente y su memoria fallaría y sus amigos se irían uno a uno y sus rostros se borrarían y sus luchas caducarían y los hijos que no tuvo serían un llanto que nunca iría a secar... una risa que nunca escucharía... la última y la primera borrachera no tendrían nada digno para rememorar, los estudios serían nada, la juventud y su bravura, la adolescencia y sus temores, la niñez y sus fracasos, el útero materno y su calidez serían un recuerdo.
¿Qué vale más? ¿Mil recuerdos? ¿Mil sonrisas? ¿Un beso tatuado a nuestros labios?
La simpleza, la armonía de líneas de un atardecer, lo obligan a vomitar una baba amarillenta de ternura descompuesta. Correr un riesgo era desaparecer casi al instante, mimar el sueño era una utopía, el desvelo y la brisa sobrellevan resaca, mareos, pianos llorando notas.
La dibujó en el casco de un barco: con tizas de colores maquilló su rostro, definió sus cejas y pestañas, matizó sus labios. La medianoche lo sorprendió sereno y atareado en el retrato póstumo de alguien en vida ¿cuánto valen mil recuerdos, mil sonrisas? El alba lo encontró diminuto, sonriente, amoroso, tierno, convencido de la cercanía de algo parecido a la tranquilidad, sosteniendo a una red de añoranzas sobre su espalda, balanceándose en ese muelle amanecido, lanzando besos al buque que partía.
Ahora sí podremos describir su soledad.

lunes, 30 de marzo de 2009

¿Has cruzado el Atlántico?

-¿Has viajado mucho? -pregunta la voz que se asoma sobre los lirios.
-Nadie viaja mucho -es la respuesta cortante que deshoja las ramas del viento.
-Pero... ¿has cruzado el Atlántico? -insiste la dolorida palabra que busca cómplices de su misma tesitura.
-Sin mojarme los píes, sin ver una ola encrespada, claro, lo he cruzado -dice, disimula una sonrisa.
-¿Cómo es allá? -inquieta, curiosa, quiere saber.
-De un verde sucio, gris, estuve en invierno... eso no se puede describir fácilmente -se arropa el cuello y se hunde en un silencio más.
-¿Supongo que ella te encontró? -sus labios tiemblan, sus palabras son un murmullo.
-Yo la encontré a ella: nunca me esperó, nunca me buscó -ahora sus ojos desaparecen.
-¿Y, cómo era ella en su tierra? -todo fluye hasta aquí, hasta esta duda solemne.
-Su rostro era... no sé... tenía cara de interrogación -entonces se va sin mirar atrás.

Librea

Yace mi gastada librea
en el achacoso
respaldo de aquesta silla.
Mis ojos se acostumbran
a la penumbra
que bailotea desde
la torcida vela.
Surge del baúl
del píe de cama
el blanco pañuelo
que ella me bordó,
lo tomo,
lo coloco sobre mi lecho
y de sus dobleces libero
al cortaplumas
con mango de nácar
que robé del escritorio del estudio.
Ritual de años es este.
Bajo mi almohada quedará
la cortante hoja:
será mi guía y protección
en ese camino de sueños
donde,
cotidiana,
me acecha la libertad.

domingo, 22 de marzo de 2009

Observación 7

Lo edificó sin método: las libreras apoyadas en las cuatro paredes de la habitación cubriéndolas completamente, desfigurándolas. Una silla enana a la par de la puerta, a la derecha al ingresar. La cama al centro de la habitación. Se podría caminar alrededor suyo, esquivando libros apilados en torres que semejaban cirios multicolores y deformes. Por todo el suelo papeles que mentían palabras ruinosas, que se jactaban de haber sido leídas. Un tragaluz desgarraba claridad de vez en cuando.
Repito que no hubo método alguno en su acumular. Sin embargo, ese santuario de descanso, a la hora de su muerte, era un perfecto mausoleo.

martes, 17 de marzo de 2009

Retazos de un amanecer cualquiera

Ya está dicho.
En las pupílas se teje la luz.
Así, con más sueños que verdades,
se erige mi día a día.
Nada queda del ayer,
del ejemplar horror
que me visitó cotidiano.
Ya está dicho.
En las manos se retiene
-cálida-
la sensación de presente.
Permítase que sea benévolo.
Ya está dicho.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Oración del Deportado

Romper el grito,
volverlo propio.
Nadie escuchará
otra vez
el miedo,
la prisa.
Pagarán acoso con acoso,
llanto con llanto.
Talión que
se perfecciona
en el bullir de mil sangres.

Oración del Minuteman

En nombre del futuro,
de mi futuro,
te constriño de migrar,
de desear mi pan,
mis sueños:
Sólo yo puedo desperdiciarlos.

martes, 3 de febrero de 2009

Mantras

Mantra I
Repetir, reacio, ronrroneos.
Roca rompiente. Raudo recorrido.
Respirar. Realmente respirar.

Mantra II
...dame la fuerza para repetir estas palabras
hasta ese infinito donde estas palabras
se repiten con la fuerza de quien
en el infinito
estas palabras repite...

Mantra III
...y, así, de la duda dudaré.

Mantra IV
...entonces, cuando tergiverse mi YO seré mi YO.

lunes, 2 de febrero de 2009

Ríe

Ríe amor y del querer dime que querer quieres.
Ríe y del amor dime qué amor amás.
Ríe amor y sueña que soñar sueñas.
Ríe amor... y salta.

14

Mónica me ve pasar
sonríe.
¿Sabrá ella que nada se interpone ya
frente a esa docena de te quieros
que nos negamos?
Mónica simplemente
se va.

Onírico

En verdad, no importa nada lo que ayer soñamos. Vamos... importaría aun menos si nos soltáramos de la triste atadura que hicimos cuando dijimos que habíamos soñado lo mismo.
Te veo dormir a mi lado y me niego a cerrar los ojos, no caeré en tu juego.
Las palabras se te derramaban contando detalles, sonriendo, feliz de pensar que algo nos conectaba. Prefiero decir que ya no dormiré más. Pensar en tu voz y en tu pelo suelto no ayuda mucho. No dormiré más, levantaré un muro frente a esa posibilidad, no dejaré que mi cansancio opine sobre el tema.
Me dices en sueños cuan libre quieres ser, qué tan lejana estás de serlo, de estarlo. Intento adivinar algo que me diga que te soy molesto, que no puedes seguir mi rumbo y mis pasos. Quisiera que mi cobardía poblara tus sueños y no los míos. Verte volar, alejarte de mi. Pero veo en mi vigilia una exasperante escena en la que saltas brillando tu desnudez hasta romper la clara superficie de la laguna aquella que nos vio impenitentes, juventud tonante.
Muero un poco pensándote arrullar esa farsa de sueños-vasos comunicantes.
Me desangro imaginando tu día a día en el que no estoy... ese día a día de píe, tras un mostrador, fingiendo ruletas rusas a manos vacías, ensartando cuentas para collares que tan sólo tus muertos amados vestirán.
Te he querido, te quiero, es cierto. Valen mis palabras para intentar desmentir mis desaciertos, pero también valen como excusas, como justificaciones para el hecho simple de no compartir sueños.
Podría mentirte... suena a salida...
Mis posibilidades se reducen a eso... puedo pedirte que finjas sin que lo sepas, puedo alejarme y dejar que sientas que lo hago para no mentirte. Sueñas ¡oh bella ingenua! sueñas y creo que suspiras porque me buscas en ese otro mundo y no me encuentras. Sueñas y yo enciendo otro cigarrillo, me levanto de la cama, me apoyo en el cristal de la ventana, abro las persianas y exhalo mi humo de siglos hacia afuera, hacia el viento que no ayuda en mi fuga, viento y lluvia que se niegan a ser mis cómplices. Te quiero. Pienso esto mientras veo lo lejana que quedas cuando estás en la cama, sola, soñando. Te quiero, pero no me pidas que esté siempre contigo, dame ese espacio vacío entre horas en que puedo decirme por lo bajo lo que mi instinto o mi pobre cultura quieren oír. El sueño no puede ser compartido durante el dormir. Déjame abandonarte cada noche. Quiero dormir. No lo haré si a mi lado está esa que me hostiga con recuerdos de cosas que no vivió. Esa que hurga en mis pesadillas para reconfortarme a la luz del día y luego me abandona para desafiar demonios cultos tras un mostrador, esa que juega ruletas rusas pero que jamás le puso balas a su índice que señala, que apunta su sien.
Dímelo cuando despiertes... no provoques mi fuga, dime que el sueño de ayer no importa.
Congráciate conmigo. Te quiero, te veo allí a la par mía, otra vez. Me cubro con las cobijas y siento que mañana me dirás que no dormirás, que velarás para dejarme caer solitario en esta muerte cotidiana. Sé que lo dirás.

Vuelo

Dulce sueño de girasoles:
un beso que en mi boca
torna en mieles
un salobre intento de pasos...
una mirada que se aleja
y anida en otro pecho.