EL LADRÓN SE VA
Corta es la espera
cuando el sueño viaja
No nos queda más
que cantar otras palabras.
Salmos, quizás.
Tal vez bienaventuranzas...
siempre
tonadas de caminante.
EL LADRÓN REPROCHA
¿Qué te he robado
que no sean esas inútiles lágrimas?
¿Qué me has dado
-voluntariamente-
que no sean
tan solo
recuerdos?
EL LADRÓN SE JUSTIFICA
Vacias las alforjas
No llegaré cerca.
Ligero de equipaje
he rodado noche dentro.
Mis puños fuero -serán-
llamada... súplica...
Equipaje ligero
para la ida
para la vuelta
para no cargar contigo
para que mi sueño viaje
para que las voces sean
tonadas de caminante
siempre.
SUEÑO 34
Mis ojos
-pañuelos ensangrentados-
caen hasta la tristeza.
La extraña, rutinaria,
migración del miedo
me provoca
nostalgias.
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